Desde pequeña me enseñaron la diferencia entre valor y precio.
Mil veces me dolerá la vida, y mil seguiré enamorada de ella. Seguiré empeñada en transformar, en cambiar, en mejorar, en crecer colectivamente, aunque nadie entienda nada, aunque nadie le de valor.
Porque así es: ahí están mis manos, ahí mi corazón.
Y mis compañeras, hermosas, de viaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario